Por hoy:
Hoy podría arañar en tinta,
sobre el papel,
mis mejores deseos,
fantasías,
y quimeras.
Podría imaginar una
fantasía, utópica, ideal,
desear su realidad,
y lentamente envolverla
en un fino papel de regalo,
para esconderla en silencio
bajo tu almohada,
para que comiences el día,
con dos pies derechos.
Hoy van a sonar las campanadas.
Por ti.
Y sonarán dos mediodías …
… más siete
Y te deseo …
… Me deseo.
Incontables meses
de
treinta y uno,
treinta y dos,
cuarenta,
o cincuenta y tantos,
compartiendo un tanto por ciento.
Porque hoy,
suena,
arde,
se apaga.
El fuego de las velas por ti.
Y eso es súper.