Las amé haciéndome feliz.

Olvidémonos.
del para siempre,
y del hasta nunca.

El para siempre acaba,
el recuerdo se desgarra
Y tú: dejaste de ser.

Nos preocupamos,
del para siempre,
y hemos perdido
ya antes de empezar.

¿Sabes qué?
Me he enamorado de gilipollas.
Y las amé haciéndome feliz.
Te amé.

Escrito a una mujer que no existe.

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