-Que no me acuerdo.
De tus besos.
Ni siquiera del primero.
Que sería como tantos otros, otras.
En un bar, o discoteca,
Tras decirnos tonterías
o cualquier otra cosa.
Sonrisas al oído,
en tus ojos una estrella
y en mi mano, a medias, otra,
en botella, o igual en copa.
Que no me acuerdo.
De tu piel.
Ni de la ecuación.
Despejando tres equis por las noches
sumando nuestros cuerpos
para dividirnos y ser al menos
un por ciento de algo
dejando raíces
y barriendo los restos.
No me acuerdo.
Ni de las caricias de tu voz
ni de la voz de tus caricias.
Abrazos, risas.
Y algún que otro «te quiero»
Deprisa, descalzos, locos
y a pecho descubierto
-Y si no me acuerdo, no pasó.