Ha vuelto a pasar.
Y de nuevo.
Te has puesto en medio de la caída y el golpe. Salvándone del vértigo y compartiendo el dolor conmigo.
Todavía me tiemblan las piernas.
Claro.
Y no decido entre echar sal a las heridas o tumbarme a sangrar un poco.
O, como lobo:
lamerme las heridas.
aullarle a la luna.
Con odio.
Sabiendo que no me escucha,
dejando mi huella en el suelo,
en contra del viento,
buscando tu olor.
Y así vivo
Sin miedo a dormir entre pesadillas.
Descansando en el fondo.
Jugando al poker con mis miedos.
Con mala mano.
Con una sonrisa.
Sin ir de farol.
Y citando a Dryden
«Estoy un poco lastimado pero no estoy muerto. Me recostaré para sangrar un rato. Luego me levantaré a pelear de nuevo»