Adiós

-«Cómo harías tú para explicar algo que no comprendes? No te pares a pensar, no te condiciones, sólo hazlo. Juega todo a una carta, a una carta que yace sobre la mesa y no conoces cual es. ¿Por qué? ¿Cómo puedes seguir un juego, simplemente por el hecho de que ha comenzado la partida?  Sin conocer sus normas, su límite. ¿Es absurdo verdad? Bajo mis pies han crecido raíces y ahora éstas me encadenan a un suelo, a un terreno inestable que se derrumba poco a poco, un terreno que hace tiempo parecían tierras fértiles. Sigo echando semillas en una franja árida, en tierras yermas. ¿Con qué esperanza exactamente? Sólo mi sombra me impide romper esas raíces y emprender un viaje. Tu viaje»

Paso a paso corría persiguiendo a su sombra, pensando sin pensar. Paso a paso corría pensando en ella. Sabía que en ella situación había un culpable, pero era imposible culparla a ella. ¿Aceptaría la culpabilidad que no le corresponde? Él simplemente no puede hacerlo.

Kilómetro tras kilómetro, mientras más se cansaban sus piernas, él, no dudaba en elegir la pendiente más fuerte. Quería agotarse, necesitaba agotarse, conocer el punto en el cual se rendiría, en el cual decidiría no dar un paso más. Porque esa decisión no la iba a tomar él. Necesitaba volver a lo simple, recudir todas sus ideas, sus emociones, sus pensamientos, a algo básico y único. ¿Qué necesita? ¿Qué es lo que de verdad quiere? ¿Qué?

Elevando la vista, buscando entre los árboles, distinguía ese mar que le hizo de cuna, y elegía subir más alto. «Ayer, él estaba trepando por su espalda, sin más arnés que la sábana que los unía en la cama, hoy sus labios parecían esquivos, su mirada, un desafío, y sus manos… sus manos parecían manejar los hilos de algo que hoy lo estaba matando»

¿Será este el último paso? ¿Debería dar la vuelta? ¿Cuantos se rindieron antes de llegar hasta aquí? ¿Quien ha llegado más alto? La superación nace del instinto, pero no se trataba de eso. Dudaba si estaba corriendo contra si mismo, o si en realidad luchaba contra una quimera más grande y peligrosa que él. ¿Cuando lo iba a descubrir? ¿Qué ocurrirá?

Decidió disfrutar del camino, el camino que empezó con el primer paso. Un «Adiós»

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